lunes, 18 de enero de 2010

LA ESTATUA DE FRANCO - PEQUEÑA HISTORIA -





Carlos De Meer de Ribera











Recuerdos de un teniente de caballería del Regimiento de la Guardia...





Año 1953, ocho de la mañana. En el autobús del Regimiento nos dirigimos hacia el Pardo. Al pasar ante el Arco del Triunfo vimos situada delante del arco la estatua ecuestre del Generalísimo. Nos pareció que era lo suyo… pero… Al día siguiente Franco vio su estatua y preguntó a su ayudante:





¿Quién ha colocado esa estatua ahí?



Pues, mi general, ha sido el arquitecto del Arco. Me parece que se llama Moya, la estatua es de Capuz.



Pues que la quiten inmediatamente. No quiero que cuando yo me muera la derribe el populacho.





La estatua fue retirada inmediatamente por el ayuntamiento. Años después aparecería en la plaza de San Juan de la Cruz.





El frente popular actual ha decidido ofender a más de la mitad de los españoles eliminando la estatua, mientras permanecen las de hombres tan nefastos como Prieto y Largo Caballero.





La revancha está en marcha. ¿Será necesario reaccionar? ¿Debemos aguantar más provocaciones?





El alcalde Ruiz Gallardón, nieto de un íntimo colaborador de Franco en tareas de prensa, el Tebib Arrumi, suponemos que estará al menos ofendido, y para reparar lo hecho colocará la estatua en su lugar debido: al frente del Arco del Triunfo.